miércoles, 6 de agosto de 2014

Quién pone el precio de la carne de cerdo?

¿Quién pone el precio de la carne de cerdo?
El trabajador "concurrente" -por cuenta propia- tiene todas las ventajas
para convertirse en corrupto si a la vez trabaja para el Estado
miércoles, agosto 6, 2014 | Roberto Jesús Quiñones Haces

GUANTÁNAMO, Cuba.- No tengo nada en contra de quienes ganan mucho dinero
y lo hacen con honradez, pues no comparto el estigma que los dirigentes
cubanos siempre le endilgaron a la abundancia de riquezas. Es diferente
mi opinión cuando el dinero o el bienestar llegan a manos llenas debido
a una práctica especulativa, sistemáticamente ejercida en perjuicio del
pueblo.

Dentro de las muchas realidades, carencias e incapacidades de la
economía cubana, un lugar muy especial lo tienen los errores de quienes
dirigen esta importante área. Iré al grano: voy a referirme en
específico a una situación que también conspira contra la rebaja de los
precios de los productos agrícolas.

La figura del trabajador concurrente en los mercados agrícolas fue
creada para autorizar un trabajo particular dedicado a la venta de ese
tipo de productos, el cual debe ser autorizado por la Dirección
Municipal de Trabajo y está controlado por los inspectores estatales y
la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT). La persona
autorizada a ejercer esa labor debe agenciarse los productos. Hasta aquí
no hay nada negativo, todo lo contrario, se trata de una nueva
posibilidad de empleo y también de servicios. Pero quienes nos dirigen
tienen un don especial para convertir las buenas ideas en verdaderos
maleficios. Lo digo porque la ley laboral vigente permite simultanear un
trabajo estatal con uno privado, en lo que tampoco hay nada negativo,
pero cuando se autoriza ejercer el trabajo de vendedor de productos
agrícolas a alguien que realiza la misma actividad con el gobierno
entonces comienza el problema.

Me explico: Un ciudadano que vende carne de cerdo en un punto de venta
del Estado, ¿qué hace cuando obtiene la licencia comercial para
convertirse también en vendedor concurrente? Pues algo muy sencillo que
le proporciona pingües dividendos y consiste en que al recibir la carne
de cerdo que el gobierno sitúa en su punto de venta para que la venda a
$15.00 o $16.00 pesos pues la compra toda y luego la revende a $20.00 ó
$22.00 pesos.

Si por casualidad aparece algún inspector, el pillo le mostrará los
documentos que acreditan que la carne que le suministró el gobierno ya
fue vendida y la que ahora vende fue agenciada por él. Lo mismo ocurre
con los vendedores de productos agrícolas. Incluso, no tiene que existir
la mentada simultaneidad de trabajos pues un vendedor concurrente
situado en un mercado estatal o en sus cercanías puede adquirir una gran
parte de los productos destinados a la población a menor precio y luego
revenderlos a un precio más alto, coima previa a los dependientes y
administradores, por supuesto.

Obviamente, estas personas siempre acceden a vender los productos porque
de esa forma trabajan menos y ganan más.

Esto está ocurriendo en la gran mayoría de los mercados guantanameros y
seguramente del país, ante las mismas narices de inspectores,
administradores, núcleos del partido, chivatos, policías y agentes de la
Seguridad encubiertos o manifiestos y toda la caterva que conforma el
aguerrido bastión revolucionario del castro-sociolismo cubano.

¿Y quienes dirigen la actividad de comercio en Guantánamo y el país
dónde están? Bien, gracias. Mientras, el pueblo continúa pagando los
desmanes de estos nuevos pillos.

Source: ¿Quién pone el precio de la carne de cerdo? | Cubanet -
http://www.cubanet.org/actualidad/actualidad-destacados/quien-pone-el-precio-de-la-carne-de-cerdo/

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