miércoles, 5 de noviembre de 2014

El imprescindible “mercado negro”

El imprescindible "mercado negro"
Esa "red" ilegal de suministro de insumos, maldecida por el gobierno
pero a la vez venerada, resuelve las necesidades del cubano cuando éste
busca algún producto de primera necesidad.
miércoles, noviembre 5, 2014 | Osmar Laffita Rojas

LA HABANA, Cuba -En Cuba existe una original cohabitación de la economía
formal (las actividades económicas propias del Estado y las privadas
autorizadas legalmente) con la economía informal o "mercado negro".

El mercado negro es abastecido de productos provenientes de los
almacenes estatales por disímiles canales y procedimientos no legales.

El gobierno cubano que es dueño de todos los medios de comunicación, les
tiene terminantemente prohibido el empleo de los términos "economía
formal e informal", pero está consciente de que esta última existe.

Hay millares de trabajadores privados, poseedores de licencias que los
autorizan a vender en la vía pública o ser contratados por los dueños de
pequeños establecimientos dedicados a la venta de alimentos, pequeños
hostales y en actividades privadas del trasporte y la construcción, que
pagan la seguridad social y reciben gratuitamente los servicios de
educación y salud.

El gobierno cubano ha tenido el cuidado de no brindar cifras sobre la
cantidad de personas dedicadas al comercio informal; lo que se conoce es
que el vicepresidente del Consejo de Ministros Marino Murillo Jorge, en
la reunión del Consejo de Ministros, de 21 de junio, afirmó que al
cierre de mayo 471 081 personas autorizadas a ejercer la actividad privada.

El gobierno decidió ampliar, de las 181 que había, la cantidad de
actividades autorizadas a 201. Para ello puso en vigor la Resolución No.
42 del 22 de agosto de 2013 del Ministerio de Trabajo y Seguridad social
(MTSS) que derogó la Resolución 33 del 6 de septiembre de 2011. En la
nueva Resolución se explicitaba por primera vez las actividades que se
podían realizar, su alcance y las entidades que autorizaban su ejercicio.

El trabajo privado fue autorizado para aliviar el problema de los miles
de trabajadores declarados excedentes por la mayoría de las empresas
estatales.

De acuerdo a la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI)
referida a "Empleo y Salario", el promedio devengado mensualmente por
los trabajadores cubanos al cierre de 2013 fue de 17.92 dólares
mensuales. Esos bajos salarios son razón más que suficiente para que
formen parte activa del mercado informal, en que se involucran en
negocios ilícitos, como la compra de mercancías para revenderlas a mayor
precio en el mercado negro.

Los que se involucran en el mercado negro se arriesgan al decomiso de
sus mercancías, a elevadas multas o a varios años de prisión. No
obstante, ellos, junto con los dueños de negocios particulares, tienen
elevadas entradas de dinero, bien distantes de los 20 dólares mensuales
que devengan la mayoría de los trabajadores cubanos. Debido a que tienen
mejores estándares de vida que la mayoría de la población, los llaman
nuevos ricos o "macetas".

De acuerdo a la ONEI de los trabajadores privados con licencia en Cuba,
después de los elaboradores de alimentos, los ocupados como choferes
dedicados al traslado de pasajeros y carga en autos y camiones privados,
el mayor número se concentra en los trabajadores contratados por los
dueños de los diferentes pequeños negocios privados, que al gobierno no
le ha quedado otro remedio que aceptar a regañadientes.

Por la falta de empleos, el comercio informal en Cuba crece
exponencialmente. Se nutre de hombres y mujeres jóvenes que se ocupan de
vender mercancías de procedencia dudosa que compran por la izquierda y
luego venden al triple de su valor. Así, logran sufragar sus necesidades
con una cantidad de dinero que no devengarían si trabajaran para el Estado.

Según Manuel Marrero, Ministro de Turismo, dio conocer en la Feria
Internacional de Turismo celebrada en mayo en La Habana, hay en Cuba
2000 pequeños restaurantes y hostales privados. Pero contrario a lo que
ocurre en los demás países de América Latina y el Caribe, estos
establecimientos no gozan de amparo legal, dado que la Constitución de
la República de Cuba no les reconoce personalidad jurídica. Pero,
kafkianamente, sus dueños tienen licencias que los autorizan a ejercer
esos negocios, cuyo staff de empleados se nutre mayoritariamente de
desvinculados de la actividad estatal.

El gobierno de Fidel Castro, al aplicar la populista política de pleno
empleo, redujo a su mínima expresión la actividad privada.

La Resolución No. 9 del 11 de marzo de 2005 del MTSS mantuvo las 118
actividades que estaban autorizadas, pero no hubo cambio alguno en las
40 actividades para las que no se otorgarían nuevas licencias que habían
sido autorizadas en 1994, con el propósito de que predominara la
propiedad estatal.

Paralelamente, Fidel Castro llevó a cabo su alienante "Batalla de
Ideas", una versión de la Revolución Cultural China, en que se falsearon
los resultados económicos, o fueron suplidos por factores políticos e
ideológicos, cuando en realidad descendían la eficiencia y la productividad.

El objetivo de la "Batalla de Ideas" era que el Estado asumiera todas
las actividades económicas, sin darle cabida a las firmas extrajeras,
los trabajadores privados autorizados y mucho menos a los dedicados al
negocio informal.

Fue delirante el estatismo aplicado por Fidel Castro antes de su
proclama del 31 de julio de 2006 en que por enfermedad entregaba de
manera provisional el poder al que no podría retornar.

En el trabajo del Dr. Osmar Everleny Pérez Villanueva, del Centro de
Estudio de la Economía Cubana, de la Universidad de La Habana, titulado
"El Papel de la Inversión Extranjera Directa en el desarrollo económico.
La experiencia cubana", se explica que de las 403 empresas que
funcionaban en Cuba al terminar el año 2002, al momento que el general
Raúl Castro asumió la presidencia, en 2008, solo quedaban105 de esas
empresas con capital extranjero.

En 1998 había 280 000 personas autorizadas a realizar trabajo privado,
pero cuando los actuales gobernantes tomaron el poder, en 2008, los
pequeños negocios privados y los autorizados a vender en la vía pública
prácticamente habían desaparecido.

La Ley118 de Inversiones Extranjeras, que entró en vigencia el pasado
mes de junio, no reconoce como personas jurídicas a los miles de
trabajadores privados autorizados a ejercer la actividad privada.

Para darle un viso legal al arbitrario cierre de los negocios de venta
de ropas importadas, el gobierno puso en vigor la Resolución No. 42 del
22 de agosto de 2013 del MTSS que derogó la Resolución 33 del 6 de
septiembre de 2011, en la que por primera vez se indicaron las
actividades que se pueden realizar y su alcance.

Una de las causas de que se haya acrecentado la economía informal en
Cuba, es que el gobierno no ha decidido a abrir almacenes mayoristas
para que los dueños de los pequeños negocios privados compren sus
insumos a precios que les resulten beneficiosos para sus ventas.

Marino Murillo, titular de Economía y Planificación, en su intervención
en la VIII legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, dejó
claro que la prioridad de acceso a las compras mayoristas será para las
Cooperativas no Agropecuarias, y que los dueños de los pequeños negocios
privados, por obtener mayores ganancias, tendrán que pagar altos
impuestos. Esta política está dirigida a evitar la consolidación de una
clase media adinerada e influyente.

Los pequeños propietarios de los negocios privados se ven obligados a
comprar parte de sus insumos en las Tiendas de Recuperación de Divisas
(TRD), pero las mayores partidas la adquieren en el mercado negro. Estas
mercancías que adquieren en el mercado informal proceden de los
establecimientos gastronómicos y de comercio propiedad del Estado cubano.

origenesmadiba@gmail.com

Source: El imprescindible "mercado negro" | Cubanet -
http://www.cubanet.org/actualidad/actualidad-destacados/el-imprescindible-mercado-negro/

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