viernes, 23 de enero de 2015

Cuatro errores sobre Cuba

ARIEL HIDALGO: Cuatro errores sobre Cuba
01/22/2015 1:00 PM 01/22/2015 6:00 PM

A mi juicio, los más importantes errores en los análisis críticos tanto
de disidentes como de exiliados cubanos que se oponen a la nueva
política del presidente Obama hacia Cuba, pueden resumirse en cuatro:

1) Creer que la Casa Blanca debió exigir al gobierno cubano cambios
fundamentales en su política interna como condiciones previas a su
política de aperturas, ya que, alegan, éste tratará de obtener lo más
posible sin dar nada a cambio. Pero en primer lugar Obama responde a los
intereses de Estados Unidos, por lo que la prioridad estará en las
relaciones comerciales –y en este punto, por supuesto que la dirigencia
cubana tendrá que dar en la misma proporción de lo que dé Estados
Unidos–, lo cual no significa que Obama no pueda abogar por los
principios de los derechos y libertades de los cubanos con mucha más
influencia. Segundo, somos los cubanos y no Obama los que debemos exigir
y luchar por conquistar esas libertades. Y tercero, lo positivo que para
los cubanos amantes de la libertad tiene esta nueva política no es lo
que Obama puede obtener sino lo que esos cubanos podrían alcanzar
gracias a las condiciones favorables creadas por esa política, algo de
lo cual ya hablé ampliamente en un artículo anterior (Ver a Cuba con
nuevos ojos, Perspectiva, 8 de enero).

2) Que Obama ha renunciado a la única "pieza de negociación" para exigir
cambios a la dirigencia cubana: el embargo. Aunque ningún presidente
puede derogarlo, sí puede aplicar una política que atenúe sus efectos.
Se parte del presupuesto de que esa dirigencia desea realmente su
levantamiento, algo refutado fehacientemente por los hechos, el más
evidente de los cuales fue el derribo de las avionetas civiles justo
cuando en el Congreso el proyecto-ley Helms-Burton para endurecerlo
estaba a punto de ser rechazado de forma aplastante. Nunca se pudo
negociar con esa "pieza" porque no se puede vender una mercancía a quien
no le conviene comprarla, simplemente porque echaba abajo la armazón de
justificaciones de todos sus entuertos políticos y económicos. Aunque
aún es posible sabotear las negociaciones, nuevas circunstancias hacen
posible que puedan llegar a buen puerto, primero porque el principal
partidario de la política del clima de "plaza sitiada" aparentemente no
está ya en condiciones para oponerse por razones de salud, y segundo
porque ya parece predecible el cercano derrumbe de su más preciado
aliado proveedor, sumido en el mayor desastre económico de la historia
venezolana, con lo cual la dirigencia cubana se vería en la encrucijada
más dramática de sus 56 años de poder.

3) Que Cuba sigue siendo un Estado terrorista. Es evidente que Cuba ya
no está en condiciones de financiar incursiones armadas como en el
pasado y es de suponer que si en territorio cubano hubiese refugiados
con delitos perpetrados en Estados Unidos, este punto no deje de tocarse
en las negociaciones.

4) Que la autenticidad de un proyecto de reformas vendría acompañada de
una disminución de la hostilidad contra los disidentes, e inversamente,
que mayor represión desvirtúa un verdadero proceso aperturista. Nada más
lejos de la verdad. Cualquier proceso de cambios genera cierta
inestabilidad que hace que el régimen se sienta inseguro, por lo cual
reacciona con mayor represión. Aunque las acciones represivas no tienen
justificación alguna, se entienden por el temor gubernamental a que las
posibles brechas generadas por las concesiones a que se ve forzado, sean
aprovechadas por sus adversarios políticos. Sin embargo, las nuevas
condiciones permitirán un mayor peso de las campañas internacionales pro
derechos humanos y por tanto una mayor protección a los activistas y
opositores políticos. Una primera muestra, de entrada, fueron los 38
presos políticos liberados. Pero las más importantes consecuencias de
esta política no será en relación a los disidentes, sino la toma de
conciencia y las posibilidades que se abren a toda la población, sobre
todo a los estudiantes, los intelectuales, artistas, académicos e
incluso a muchos que hoy militan en las filas oficiales tanto del
Partido como del Gobierno.

Que esta política dé frutos o no a favor de una verdadera aurora de
libertad, no depende tanto de Obama ni de Raúl Castro, sino de ti y de mí.

Infoburo@aol.com

Source: ARIEL HIDALGO: Cuatro errores sobre Cuba | El Nuevo Herald El
Nuevo Herald -
<http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article7937412.html>

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