martes, 20 de enero de 2015

Por todo Cuba hay señales del despertar

Por todo Cuba hay señales del despertar
POR WILLIAM NEUMAN - Actualizado el 19 de enero de 2015 a: 12:00 a.m.

Hace cinco años la gente hablaba de política. Lo que Fidel decía. Lo que
Raúl iba a hacer. Hoy se habla de dinero y negocios.

La Habana.- Las señales de los tiempos hablan en voz alta en Cuba, a
veces a través de su silencio. Un viaje de 17 horas por el corazón de la
Isla en una maltratada Ford Fairlane 1956, incluyó largos tramos en los
que sorprendentemente había muy poca ideología a la vista.

Cerca del final del viaje, Julio César López revisa el motor de su Ford
de 1956 en las afueras de Santiago, Cuba. | WILLIAM NEUMAN/THE NEW YORK
Enviado a Cuba en diciembre tras el sorpresivo anuncio del presidente
Barack Obama de que iba a renovar plenas relaciones diplomáticas con
este país, partí en un viaje por carretera desde La Habana hasta Guantánamo.

La gráfica en mi mapa decía que la distancia era de 910 kilómetros. Se
sintió mucho más largo sentado en el asiento de vinilo acolchado de la
Ford, que había perdido mucho de su muelle en los años desde que Fidel
Castro llegó al poder.

En el camino, se reveló una Cuba que cambiaba poco a poco. Una señal de
los tiempos: "Esta casa en venta". Ese concepto no existía legalmente,
antes de 2011, cuando las ventas de casas se permitieron por primera vez
bajo cambios diseñados para inyectar algo de vida capitalista en la
economía socialista.

Ahora, letreros de "Se Vende" son una vista común. Aún más comunes son
los letreros de cientos de restaurantes privados, llamados paladares,
que operaban en gran medida en las sombras hasta el 2010, cuando se
expandieron después de que el Gobierno permitió a algunas personas
montar un negocio.

También había señales desalentadoras. Una de ellas fue la falta de
pequeñas barras en mi teléfono, que marcaba que no había cobertura
celular, una indicación de la retrasada red de telecomunicaciones de Cuba.

Había una ausencia casi total de camiones de mercancías o productos
agrícolas, un signo de una economía que apenas se mueve.

Si bien había poco tráfico de automóviles y camiones, había un montón de
todo lo demás.

Transitábamos en coche con las ventanas bajadas, balanceándonos sobre el
asfalto. El gran motor zumbaba. El odómetro estaba atorado en 26,948.0.
¿Cuántas veces había dado la vuelta antes de congelarse? Este coche es
hermoso y está viejo y cansado.

Cuba es todas esas cosas. Pese a eso, un periodista cubano me comentó lo
mucho que el país ha cambiado desde que un enfermo Fidel Castro se hizo
a un lado en 2006 y su hermano Raúl asumió la presidencia y comenzó sus
reformas económicas graduales.

Hace cinco años, según manifestó, la gente hablaba de política. Lo que
Fidel decía. Lo que Raúl iba a hacer. Hoy se habla de dinero y negocios.

El salario promedio en 2013 era de aproximadamente $20 al mes, según el
Gobierno. La gente me dijo que eso podía ser consumido por facturas
mensuales de un teléfono celular, y electricidad, aunque otros gastos,
como educación y atención médica, están cubiertos por el Estado.

La brecha entre lo que la gente gana y lo que cuestan las cosas fue un
constante tema de conversación. Muchos dependen del dinero enviado por
familiares en el extranjero.

Mi chofer Julio César López, que tiene casi la mitad de la edad de su
Ford, es un conductor precavido. El coche es su sustento. "Si tuviera la
opción, escogería un auto moderno", dijo. "Con un auto moderno, lo que
estamos haciendo en 12 horas podríamos hacerlo en nueve". Pero alegó que
el tener al menos un coche era una bendición, ya que le daba una forma
de ganarse la vida.

Le conté que la gente en el extranjero veía los coches viejos como el
suyo como un símbolo pintoresco de la Cuba revolucionaria. Le pregunté
qué simbolizaba el coche para él. "Dinero", dijo.

Source: Por todo Cuba hay señales del despertar -
http://www.nacion.com/economia/politica-economica/Cuba-senales-despertar_0_1464453561.html

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