jueves, 19 de marzo de 2015

Cuentapropistas necesitan hacer estudio de mercado

Cuentapropistas necesitan hacer estudio de mercado
ORLANDO FREIRE SANTANA | La Habana | 19 Mar 2015 - 9:43 am.

A las dificultades inherentes al negocio privado en Cuba, se añade la
inexperiencia de los emprendedores.

Las autoridades casi nunca emiten la cifra de trabajadores por cuenta
propia que entregan sus licencias y renuncian a seguir desempeñándose
como tales. Cualquiera diría que ese dato constituye un secreto de
Estado, ya que su incremento, en caso de producirse, podría ser
interpretado como un obstáculo a las transformaciones económicas que
implementa el gobernante Raúl Castro.

Y aunque, ciertamente, crece en valor absoluto el número de personas que
deciden incorporarse al trabajo por cuenta propia, no es menos cierto
que cada año una cantidad nada despreciable de cuentapropistas opta por
cerrar sus negocios, en especial los de la actividad de elaboración y
venta de alimentos.

Es muy común transitar por las calles de cualquier ciudad y observar
locales cerrados,cy en sus inmediaciones espacios vacíos donde antaño
había pancartas o vallas que anunciaban la presencia de una "paladar",
una cafetería o cualquier otro negocio privado.

Mucho se ha hablado de los escollos que enfrentan los emprendedores a
causa de la legislación gubernamental. Los altos impuestos, la carencia
de un mercado mayorista donde adquirir los insumos y materias primas, el
no reconocimiento de la totalidad de los gastos que genera la actividad,
así como los excesos en la fiscalización de las Declaraciones Juradas de
Ingresos Personales, han sido, entre otros, factores adversos que han
sepultado no pocas ilusiones de cubanos que aspiraban a labrarse por sí
mismos su futuro.

Sin embargo, en esta ocasión me referiré a problemas imputables a los
propios emprendedores. Hubo propietarios, por ejemplo, que contrajeron
deudas para remodelar locales antes del inicio de su actividad, y
después quebraron al no poderlas pagar porque los negocios no fueron
todo lo exitosos que esperaban. Otros cuentapropistas no contaban con
reservas de dinero para afrontar los malos momentos, y tampoco faltaron
los que se abrumaron ante las largas jornadas de trabajo, o los
requerimientos de una contabilidad que muchos no acaban de entender.

Mas, además de lo anterior, se aprecia una deficiencia que afecta a
buena parte de los emprendedores: la falta de un estudio de mercado
antes del inicio del negocio. Un estudio que, entre otras cosas, tenga
en cuenta el tipo de producto o servicio a ofertar, los precios o
tarifas a aplicar, los clientes potenciales, y los competidores que
puedan surgir en el microentorno del negocio. En este sentido expondré
el desempeño de dos elaboradores/ vendedores de alimentos que utilizaron
el mismo local: uno quebró, mientras que el otro se halla floreciente.

En la habanera avenida de Carlos III, frente a la conocida Quinta de los
Molinos, surgió a finales de 2012 la paladar Los Molinos. Habilitaron
una amplia residencia e hicieron una cuantiosa inversión en mobiliario y
otros aditamentos para prestar un servicio de excelencia, que incluyó un
vistoso uniforme para los empleados. Pero los precios de sus platos eran
altos: como promedio salían a 7 u 8 CUC (es decir, unos 200 pesos
cubanos, casi la mitad de un salario medio mensual). Como resultado, Los
Molinos siempre estaba vacío, pues la zona no era frecuentada por
turistas extranjeros ni personas con buen poder adquisitivo. Su
propietario se esforzó en promocionar su servicio; llegó a contratar a
un administrador con experiencia gastronómica, pero no modificó los
precios. Y al final sobrevino la quiebra.

Meses más tarde, el mismo local fue arrendado por Don Pepe, un hombre
que comprendió las características que debía tener su cafetería. Allí
oferta platos más sencillos, menos sofisticados, aunque no por ello
dejan de ser un almuerzo o una comida de calidad. Sus precios promedios,
en el entorno de los 25 o 30 pesos cubanos, están al alcance de los
estudiantes y trabajadores de los alrededores, lo que hace que su
cafetería siempre esté colmada de comensales. Es, en síntesis, un
emprendedor exitoso.

Semejante contraste reafirma la importancia de los estudios de mercado
para la buena marcha de cualquier negocio. Sería conveniente que la
Administración de Obama, que se ha pronunciado por apoyar a los
emprendedores cubanos, tomara nota de la necesidad que tienen estos de
superarse en dicha materia.

Source: Cuentapropistas necesitan hacer estudio de mercado | Diario de
Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1426754597_13483.html

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