lunes, 20 de abril de 2015

Se acerca el fin del comunismo en Cuba?

¿Se acerca el fin del comunismo en Cuba?
Por: Dario Mizrahi

El acuerdo entre Raúl Castro y Barack Obama intensificará los vínculos
comerciales con Estados Unidos. El efecto sobre la vida social y
política de la isla, que se encamina a seguir los pasos de China

La pregunta sobre la continuidad del comunismo en Cuba se instaló a
partir de la retirada de Fidel Castro, en febrero de 2008. No sólo
porque había sido el líder absoluto del país desde la Revolución del 59
hasta ese momento, sino porque Raúl, su hermano y reemplazante, no
demoró más de unas semanas en hacer cambios impensados tiempo atrás.

Lo primero fue habilitar a los cubanos a comprar libremente
electrodomésticos y alojarse en hoteles, y entregar tierras ociosas en
usufructo. En 2010 llegaron las reformas más importantes: para promover
el trabajo por cuenta propia, se amplió la participación del sector
privado en 178 actividades que antes estaban vedadas. Para darle aún más
impulso, anunció la progresiva eliminación de 500.000 puestos de trabajo
en el Estado.

Los cambios siguieron con la autorización de la compraventa de casas y
coches, y la reforma migratoria de 2013, que eliminó los permisos de
salida y habilitó a los cubanos a viajar al exterior sin demasiadas
restricciones, y a los emigrados a regresar de visita.

En ese contexto se iniciaron las históricas negociaciones entre Estados
Unidos y Cuba para recomponer las relaciones tras 56 años de enemistad.
El hito fue el discurso que dio Barack Obama el 17 de diciembre de 2014,
cuando anunció un levantamiento parcial del embargo que Estados Unidos
aplica sobre Cuba desde 1961.

El aumento del flujo comercial con Estados Unidos, y la posibilidad de
que en un futuro cercano se instalen en el país muchas de sus grandes
empresas, podría ser el empujón definitivo para que Cuba abandone el
comunismo.

Cuba, detrás de los pasos de China

Aún no se puede saber cuánto terminará modificándose la vida de los
cubanos en esta nueva etapa. Pero no hay dudas de que el impacto del
acercamiento con Estados Unidos ya se hace sentir.

"Hay dos caminos para la entrada de inversiones estadounidenses. Uno ya
está en curso: son los pequeños emprendimientos, como restaurantes y
lugares de alojamiento, que se sustentan en las remesas provenientes de
familiares que viven en Estados Unidos", explica a Infobae el politólogo
Andrés Serbin, presidente ejecutivo de la Coordinadora Regional de
Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES).

"El otro camino es la de las grandes inversiones. Creo que el Estado va
a mantener la política de atraerlas, pero manteniendo el control en un
51 por ciento", agrega.

Cuando empiecen a llegar, es probable que esas inversiones le cambien un
poco la cara a Cuba y renueven a sectores de la economía y de la
infraestructura que estaban anquilosados. Pero el esquema no sería
sustancialmente distinto al que desde hace años mantienen las cadenas
hoteleras españolas.

"Un factor a tener en cuenta -dice Serbin- es que el 60% de la economía
de la isla está en manos de las Fuerzas Armadas. La elite político
militar está interesada en hacer negocios. Pero también lo está en
mantener el control político".

¿Es imaginable que el régimen comunista llegue a su fin en el mediano
plazo? Es una pregunta difícil de responder. Seguramente tendrá que
mutar, pero no está claro cuánto. Lo que la mayoría de los analistas
prevén es que siga un camino similar al de China.

"En el corto plazo, las cosas seguirán igual. Raúl Castro dijo que no va
a ser candidato en 2018, así que entrará una nueva generación, que tal
vez esté un poco más liberada. Pero el partido sigue teniendo el
control, y ellos piensan que pueden abrir la economía, pero con un
modelo como el chino, en el que el régimen político se mantenga
cerrado", dice Riordan Roett, director del Programa de Estudios sobre
América Latina de la Universidad Johns Hopkins, consultado por Infobae.

La decisión de la dirigencia cubana es satisfacer muchos de las
postergadas aspiraciones de crecimiento económico de la población, pero
sin renunciar al control absoluto del aparato estatal. Por eso, la
democracia está muy lejos. Sin embargo, se trata de un proceso de
desenlace imprevisible.

"Si nos guiamos por los ejemplos de China y Vietnam -dice Serbin-, lo
que vemos es que, pese a los intentos del partido de controlar
políticamente el proceso, abriéndose a una economía mixta, en la medida
en que los emprendedores, e inclusive las empresas transnacionales,
empiezan a tener cierto peso, demandan también un margen de influencia
política. Esto presiona hacia un sistema más abierto en términos de la
inclusión de esos sectores".

"Ahora, a su vez, eso conlleva la exclusión de otros sectores, que no
tienen la capacidad de apoyarse en su fuerza económica para influir
políticamente. Así se marca una diferenciación social cada vez mayor",
agrega.

Una recomposición que llevará tiempo

Si bien reina el entusiasmo entre los promotores del acercamiento entre
Cuba y Estados Unidos, todo indica que será un proceso largo y
trabajoso. El motivo principal es que el Partido Republicano no está de
acuerdo, y es el que controla ambas cámaras del Congreso.

"A los republicanos no les gusta la política de Obama y hay muchos que
están en contra del acuerdo diplomático con Cuba. El embargo va a
continuar, porque no le quieren ofrecer una victoria política. De todas
maneras, con los años va a desaparecer", dice Roett.

Lo que sin dudas puede empujar a los republicanos a negociar estos
cambios es el amplio respaldo que tiene el deshielo con Cuba en la
opinión pública estadounidense. Especialmente entre los latinos, que
tienen un peso creciente entre los votantes.

"Las encuestas señalan que hay una significativa mayoría que responde
muy favorablemente a la iniciativa de Obama, que marcó un hito muy
importante y va a quedar como el presidente que restableció las
relaciones con Cuba. No sabemos cuál puede ser el desenlace, pero a
menos que el próximo presidente intente revertir todo, si es demócrata
lo más probable es que se profundice", dice Serbin.

"También -continúa- hay presión de sectores económicos y de algunas
empresas, que se sienten descolocadas por el embargo en términos de su
posicionamiento en el mercado cubano. Si bien no es demasiado
significativo, es importante, particularmente para las compañías del
sector agrícola y alimenticio".

No obstante, aún en el caso de que el Congreso se proponga obturar las
medidas impulsadas por Obama, a éste le queda una carta: avanzar con
decretos y decisiones ejecutivas.

"Este es un proceso que probablemente no se realice a cortísimo plazo.
La gran pregunta es si Obama podrá forzar su marcha para que los
proyectos que está planteando se materialicen antes de que concluya su
presidencia", dice Serbin.

Lo que no está en discusión es que las relaciones entre Cuba y Estados
Unidos se van a intensificar. No sólo las comerciales. También las
diplomáticas, las políticas y hasta las culturales.

"Varias compañías están estudiando las opciones que tienen dentro del
embargo. Los europeos ya lo hacen, especialmente los españoles. Poco a
poco habrá más intercambio entre los dos países, especialmente en
turismo, tecnología y varias otras áreas", dice Roett.

"Con más viajes entre Miami y La Habana habrá más intercambios
personales. Las familias van a regresar a Cuba para vacacionar, van a
comprar apartamentos, y en tres o cuatro años habrá una presencia mucho
más profunda de Estados Unidos en Cuba", concluye.

Source: ¿Se acerca el fin del comunismo en Cuba? | Embargo de EEUU a
Cuba, Cuba, Raúl Castro, Barack Obama, Estados Unidos - América -
http://www.infobae.com/2015/04/19/1722989-se-acerca-el-fin-del-comunismo-cuba

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