sábado, 16 de mayo de 2015

El peligro de la Piñata cubana

El peligro de la Piñata cubana
[15-05-2015 18:57:41]
Jorge Hernández Fonseca

(www.miscelaneasdecuba.net).- La especial situación por la que atraviesa
la Cuba de hoy ha enmudecido buena parte de los analistas políticos
--probablemente debido a la celeridad de acontecimientos-- dificultando
una comprensión para el rumbo que tomarán los eventos económicos y
políticos dentro de la isla. Esta falta de horizontes y de los muchos
objetivos claros y difusos de cada uno de los actores, se escenifica en
un contexto de disímiles aspirantes a participar de la gran piñata que
se presenta ante los ojos de los actores económicos por un lado y de los
oportunistas políticos por otro, convocados todos por las manifiestas
debilidades de una revolución socialista fracasada, ansiosa por
financiamientos y apoyo material. Es carne fresca ante un cardumen de
pirañas.
Desde el 17 de Diciembre pasado Cuba está en venta por sus dueños de
mentira. Un prolongado proceso de sometimiento por hambre, represión y
desidia ha decantado sobre las mentes de los cubanos de la isla la
quimera de "una vida mejor" --con desayuno, almuerzo y comida-- (pero
sin libertades) fenómeno explicado por la "pirámide de Maslow" al
mostrar que las necesidades básicas priman sobre valores intangibles y
universales, como la libertad.

Dentro del presente torbellino, el llamado "problema cubano" tiene dos
ópticas muy diferentes: la óptica "internacional", asumida por la gran
prensa y la casi totalidad de la opinión pública de los países del
globo, que analiza la problemática cubana como siendo "el diferendo
entre EUA y Cuba"; y la óptica de los cubanos --de la isla y el exilio--
que sabe padecer un único problema, "la opresión de una dictadura de
izquierda contra su pueblo", cortándole todo tipo de libertades.

· Un Raúl Castro conciliatorio se reúne con el presidente
norteamericano en Panamá, mientras una claque castrista golpea
opositores pacíficos en plaza pública;

· Un Canciller japonés ansioso viaja a Cuba con su maleta
repleta para ofrecer "villas y castillas" a los sucesores de la
bancarrota cubana;

· Un Raúl Castro misterioso visita Argelia (¿petróleo?) un poco
antes de volar a Rusia para recibir el abrazo del oso post soviético,
pero a la antigua usanza;

· Un Raúl Castro sorprendido observa el desfile militar
celebrando "la victoria" en la Plaza Roja de Moscú, añorando "los viejos
tiempos" y con un pedido de armas en carpeta;

· Un Raúl Castro enternecido estrecha la mano del primer Papa
latinoamericano, diciéndole hipócritamente que "volverá" a la Iglesia "a
rezar";

· Un Raúl Castro "permisivo" (obligado por el contexto) permite
la entrada desde su exilio de Miami a una de las más notables esperanzas
del futuro patrio: Rosa María Payá;

· Un Raúl Castro satisfecho recibe en la Habana al presidente
francés "infiel", que por primera vez visita la isla para "acompañar" a
Cuba durante el acercamiento a EUA.

· Un Raúl Castro orgulloso constata como su archienemigo Barack
Obama se suma al "despelote" generalizado cuando dice que "muy
probablemente visitará la Habana";

No es ser antipatriota el apoyar la jerarquización de la solución
económica sobre la política. De igual manera, quienes propugnan la
anticipación del fin de la dictadura como precondición de bienestar,
están en todo su derecho a pedir exigencias democratizadoras. El derecho
de todos los cubanos en el exterior de regresar a su patria es tan
sagrado como el derecho de los cubanos de la isla a viajar donde quiera
que sea. El regreso a Cuba de Rosa María Payá desde Miami tiene el mismo
valor simbólico que el emblemático viaje de Yoani Sánchez al mundo
libre. Que los cubanos puedan salir y entrar a su país es parte
importante del problema y la dictadura no reconoce a los residentes en
el exterior el derecho a regresar a su patria.

Como si fuera poca la atomización que padece la oposición política
cubana, un nuevo ingrediente se ha sumado a la crítica división de las
fuerzas democráticas cubanas: los que apoyan las gestiones conciliadoras
del presidente Obama y los que no la apoyan. El mayor peligro para la
oposición es enfrascarse en este nuevo diferendo, porque enfrentaría a
los opositores demócratas entre sí. La política norteamericana tiene sus
razones para el camino que ha elegido en función de los intereses de
EUA, aunque no se contemple de inmediato el derecho a la democracia y
las libertades que merece el sufrido pueblo cubano. Somos los cubanos
los que debemos continuar defendiendo nuestros sagrados derechos,
estemos a favor o en contra de las gestiones conciliatorias de los
norteamericanos, un hecho ya irreversible.

Ante la situación actual, los caminos de los cubanos –apoyen o no las
gestiones de Obama-- deberían ser paralelos. Sin choques ni debates
fratricidas. Los que entienden que la apertura económica llevará a la
apertura política, que trabajen en consecuencia. Los que estiman como
derecho primario la obtención de libertades de todo tipo (no sólo
económica y para extranjeros) deben continuar trabajando sobre los
sagrados derechos de los cubanos a una democracia plena, con libertad
social, política y económica, como valores sagrados del ser humano.

En este contexto no deben caber dudas sobre la existencia de una
oportunidad inédita para la potencial apertura plena de la sociedad
cubana en todos los órdenes. Es papel de los cubanos el trabajar para
que la tibia y limitada apertura controlada que programa la dictadura
cubana para continuar eternizándose en el poder, se transforme en un
torbellino libertador y definitivo.

Source: El peligro de la Piñata cubana - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/555625853a682e0c70bab359#.VVcQI_mqqko

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