jueves, 6 de agosto de 2015

La batalla del Mariel

La batalla del Mariel
agosto 5, 2015 2:26 am

Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Unos meses atrás el
puerto del Mariel ocupó las primeras planas de numerosos medios
internacionales. No pasaba un día en que la prensa foránea no hablara
sobre el megapuerto que venía construyéndose al oeste de La Habana,
limitándose solo a este tema y no a la situación socio-política de Cuba
y a la polémica lucha por los derechos civiles, en la que el gobierno no
ha cedido en los reclamos de la disidencia, a pesar de todos los
acuerdos internacionales firmados.

Ahora, el inagotable tema parece ser la reanudación de las relaciones
entre EU y Cuba, con todas las teorías y especulaciones que le cuelgan a
ese hecho.

Para la mayoría de los cubanos, Mariel es símbolo del más catastrófico
éxodo de población de una nación en los tiempos modernos. Un hecho que
la prensa poco reseña, como tampoco el por qué de esta anomalía en que
la gente prefiere abandonar todas sus posesiones y huir de su país de
origen.

En este año 2015 se cumplen 35 años del éxodo de Mariel, en el que más
de 125,000 cubanos abandonaron la isla entre el 15 de abril y el 31 de
octubre de 1980, superando con creces otro éxodo ocurrido en Cuba 15
años antes, el de Camarioca, en 1965.

Hoy ocurre otro fenómeno similar donde la gente ha optado también por
abandonar su País Maravilla a través de Ecuador para llegar vía
Centroamérica a la frontera mexicana-estadounidense.

Recién también la prensa foránea ha descubierto este nuevo éxodo
organizado donde todavía a nadie se le ha ocurrido contabilizar cuántos
cubanos han llegado por esta nueva válvula de escape a los EU.

Pero si para los cubanos el Mariel siempre será símbolo del desastre
ocasionado por el sistema socialista en nuestra nación, para el pueblo
de México también tiene otro significado muy importante en su historia:
la conocida como la Batalla del Mariel.

La rebelión por la independencia de México comenzó con el Grito de
Dolores en septiembre del 1810 y culminó con la entrada del ejército
independentista en Ciudad México, en septiembre de 1821. Pero fue el
caso que el gobierno español nunca reconoció la independencia de México.

En varias ocasiones, los españoles trataron de recuperar lo que ellos
llamaban la Nueva España. Y Cuba fue la base, la plataforma o el
portaviones -como varias veces he escrito con ironía- de donde partían
las expediciones hacia el territorio mexicano.

Tan peligrosa era considerada Cuba en manos españolas para el recién
establecido gobierno mexicano, que su Ministro de Relaciones Exteriores,
Lucas Alamán declaró: "México sin Cuba es un prisionero del Golfo de
México".

La meta cardinal de este ministro era apoderarse de Cuba para evitar la
reconquista española. Como otros hombres que tienen visión de futuro,
tuvo razón. Sin embargo todo lo que planeaba hacer, incluyendo la
liberación de Cuba, tropezó con los intereses de Estados Unidos, que no
veía con buenos ojos el apoyo que naciones europeas, expresamente
Inglaterra, pudieran darle a los mexicanos. No obstante, no se opusieron
a que el gobierno mexicano contratara al comodoro estadounidense David
Porter, así como a otros oficiales de la marina de esa nación,
incluyendo al sobrino de Porter, David Henry Porter, para conformar una
escuadra de buques de guerra.

Para 1828 ya estaba formada la naciente marina mexicana con 3
bergantines, el Bravo, el Herman y el Guerrero. Su misión, patrullar y
proteger los mares mexicanos en el Golfo, y atacar las bases españolas
en Cuba.

Ese mismo año comienzan a hostilizar los mercantes españoles en aguas
cubanas, tomando presas y dispersando convoyes.

El 10 de febrero de 1828, a la altura del Mariel, el Guerrero comandado
por David Henry Porter atacó varios mercantes españoles y a su escolta,
los bergantines Marte y Amelia, dispersándolos hacia La Habana.

Los españoles respondieron al ataque enviando su más poderoso barco, la
fragata Lealtad con 54 cañones, la cual interceptó al Guerrero, fondeado
en el Mariel. Tras una feroz batalla de casi tres horas, el Guerrero se
rindió por falta de municiones y tras la muerte de su capitán, David
Henry Porter.

No se amedrentaron los mexicanos tras esta derrota. El Bravo y el Herman
continuaron hostilizando en los mares cubanos a la marina española,
capturando 13 buques, entre ellos el bergantín Amelia.

Un año después de la Batalla del Mariel, en un nuevo intento de
reconquista de México, salieron de La Habana, al mando del general
Isidro Barradas el buque insignia El Soberano, 2 fragatas, 2 cañoneros y
15 buques de transporte con 3,586 soldados.

Desembarcaron por Tampico. Los buques los dejaron anclados en el río
Pánuco. El enfrentamiento con las fuerzas mexicanas se produjo el día 10
de septiembre de 1829. Dos días duró la batalla conocida como la de
Pueblo Viejo, un verdadero desastre para los españoles y que marcó el
final de los intentos de España por reconquistar su antigua colonia.

Es curioso como Félix Varela toca ya en el periódico El Habanero en 1825
este tema de la naciente marina de México y también la de Colombia en un
artículo titulado ¿Es probable la Invasión?, donde dice: "Nadie ignora
que México y Colombia están reforzando su marina de modo considerable.
No hay fuerza naval en la isla, ni puede mandarla España, que
contrarreste a la que dentro de pocos años presentarán ambas repúblicas".

El caso es que se consideraba en aquella época que ambas naciones
ayudarían a independizar a Cuba del dominio español.

México dejó de ayudar a los independentistas cubanos desde el instante
en que los españoles dejaron de fomentar expediciones desde la isla para
reconquistar esa nación después del fracaso en Tampico.

Una vez más la historia demuestra que son los intereses de gobiernos los
que priman en esta eterna lucha por la libertad y que las buenas
intenciones de los hombres, inclusive de esos mismos gobiernos, son
entorpecidas.

Las naciones democráticas siempre esgrimen el argumento de la libertad y
la defensa de los derechos civiles, pero muy contados casos hay en la
historia de un verdadero altruismo en este punto para ayudar a otros a
alcanzar esas libertades.

Y observando este megapuerto del Mariel, esta otra batalla de
depredadores que viene ocurriendo hace varios años donde todos los
forasteros parecen concurrir a este nuevo reparto de nuestra nación,
otro pensamiento de Varela en El Habanero parece resonar en el tiempo:
"Es preciso no perder de vista que en la isla de Cuba no hay opinión
política, no hay otra opinión más que la mercantil".

Para Cuba actualidad: glofran864@gmail.com

Source: La batalla del Mariel | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/la-batalla-del-mariel/

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