lunes, 8 de febrero de 2016

Francia refuerza sus lazos comerciales con Cuba para reflotar su economía

Francia refuerza sus lazos comerciales con Cuba para reflotar su economía
Además de incrementar las inversiones entre ambos países, Hollande hace
un guiño a la izquierda francesa
JUAN PEDRO QUIÑONEROCorresponsal En París - 08/02/2016 a las 07:29:29h.
- Act. a las 08:45:56h.

François Hollande comparte con Fidel y Raúl Castro una misma ilusión:
sustituir la eficacia económica por la ideología para intentar
«suplantar» a España y otros países europeos en el terreno estratégico
de las inversiones y el comercio exterior.

En términos apenas velados, Hector Igarza Cabrera, embajador de Cuba en
París, ha resumido tal ambición, con motivo de la reciente visita a
París de Raúl Castro, de este modo: «Cuba ha decidido diversificar sus
relaciones comerciales. Antes de la Revolución, nuestro interlocutor
privilegiado fueron los EE.UU. Luego fue la difunta Unión Soviética.
Cuba ha decidido diversificar su comercio exterior. Francia puede
ayudarnos en Europa. Y Cuba puede ayudar a Francia en América Latina…».

España ha sido y continúa siendo el primer interlocutor económico de
Cuba, antes, durante y después del «putch» comunista. España sigue
siendo el tercer importador mundial de productos cubanos (después de
Venezuela y China). Entre las importaciones cubanas, España ocupa un
semejante tercer puesto.

Un puesto marginal
Durante el último quinquenio, Holanda y Alemania han incrementado su
presencia en Cuba de manera significativa, cuando Francia sigue ocupando
un puesto marginal en el comercio exterior cubano. Tras el hundimiento
de la URSS, la Venezuela de Chavez ocupó el puesto de potencia
protectora de la tiranía cubana. En crisis el modelo chavista, los
Castro y Hollande esperan «impulsar» con retórica ideológica el vacío de
la ineficacia económica francesa y el infierno burocrático cubano.

En términos puramente técnicos, Olivier Dabène, especialista en
relaciones euro-americanas, comenta tales proyectos de diplomacia
ideológica: «Condonando parte de la deuda cubana, Francia espera
aprovecharse comercialmente, intentando conseguir favores políticos que
faciliten la implantación de empresas francesas en Cuba. El Gobierno
francés espera que la restauración del diálogo con Cuba permitirá abrir
oportunidades empresariales en otros países.»

Janette Habel, politóloga y profesora en el Instituto de Altos Estudios
de América Latina, en la Universidad de París, analiza el proceso en
curso: «A juicio del presidente Hollande, la normalización de las
relaciones de Francia con Cuba permitirá facilitar las relaciones con
otros gobiernos latinoamericanos, sobre todos con los gobiernos de
izquierdas, como Venezuela, Bolivia, Ecuador, incluso Brasil». Tras la
diplomacia ideológica, acompañada de un silencio absoluto en el terreno
de los derechos humanos, Francia espera conseguir algunas rentas
comerciales, que las grandes empresas francesas no se apresuran a confirmar.

Tras España, Holanda ha conseguido recientemente mejorar sus posiciones
comerciales y empresariales en Cuba, gracias a la presencia histórica de
grandes empresas, como Unilever.

La docena de acuerdos políticos y comerciales firmados por François
Hollande y Raul Castro, días pasados, han sido concebidos para conseguir
a través del voluntarismo ideológico lo que no ha conseguido la eficacia
económica y comercial. Al día de hoy, Cuba sigue siendo un mercado muy
burocratizado para las grandes empresas que no tienen el español como
lengua de trabajo. Y el incumplimiento francés de todos los compromisos
de Estado, en la zona euro, priva a París de una influencia
significativa para «apoyar» a un «aliado» muy «controvertido», como la
Cuba de los hermanos Castro.

La maniobra ideológica/diplomática, también tienen una dimensión
estrictamente local y electoral.

Indulgencia
A quince meses de las próximas elecciones presidenciales, Hollande
necesita reconstruir una plataforma electoral para todas las izquierdas,
del PS a la extrema izquierda. Caído en el pozo negro de los sondeos,
como el presidente más impopular de la historia de la V República, el
jefe del Estado ha comenzado a hacer «guiños» a la izquierda socialista
–a los ecologistas, el PCF y el Frente de Izquierdas (FDI)–. Dando un
«giro a la izquierda» de su diplomacia ideológica, Hollande espera
conseguir alguna indulgencia de comunistas y extrema izquierda, siempre
fieles al despotismo castrista y el despotismo populista venezolano.

Jean-Luc Mélenchon, líder del FDI, se apresuró a comentar los nuevos
acuerdos franco-cubanos con esta sentencia: «Castro es lo único que
tiene bueno François Hollande». Se trata de un elogio envenenado pero
elocuente. El presidente de la República espera «abrir mercados» a las
empresas francesas, al mismo tiempo que aspira a «reconquistar» el
electorado izquierdista, mínimo pero indispensable para un candidato
socialista a la presidencia de la República.

Al frente del PS, como secretario del partido gubernamental,
Jean-Christophe Cambadélis es el hombre de Hollande responsable de la
«reconstrucción» de algo parecido a un «frente de izquierdas» que,
llegado el momento, pudiera servir de maquinaria de guerra electoral a
jefe del Estado. Ilusión política tan problemática como el uso de la
ideología para allí donde está fracasando la economía nacional.

Source: Francia refuerza sus lazos comerciales con Cuba para reflotar su
economía -
http://www.abc.es/internacional/abci-francia-refuerza-lazos-comerciales-cuba-para-reflotar-economia-201602080729_noticia.html

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