martes, 21 de junio de 2016

EEUU y Cuba acuerdan plan para salvar a los tiburones

EEUU y Cuba acuerdan plan para salvar a los tiburones

En las aguas cubanas habitan casi 100 de las 500 especies de tiburones
que hay en el mundo
El primer acuerdo firmado entre los países tras 50 años de hostilidades
es para proteger los hábitats marinos
Algunos científicos temen el impacto que pueda tener la llegada masiva
de turistas estadounidenses a Cuba
fordonez@mcclatchydc.com

COJIMAR, CUBA
En el puerto pesquero de donde salía Ernest Hemingway, el pescador Luis
Abad y otros cinco hombres arrastran hasta el muelle un tiburón tigre de
12 pies para que los científicos de la Universidad de La Habana puedan
medir y pesar a este depredador nocturno.

Después, le sacaron las aletas, la piel y la carne, hasta que todo lo
que quedó bajo el sol del atardecer fue el hígado, que Abad, de 57 años,
cortó en cientos de pedazos de una pulgada y un fuerte olor, y los lanzó
a un cubo. Entonces dejó que el fuerte sol caribeño derritiera los
trozos hasta convertirlos en aceite, que le dio a su tía asmática. Ella
había estado presionándolo por más del popular remedio.

"La ayuda a respirar", dijo Abad mientras levantaba la mirada de su
trabajo con el cuchillo. "Yo lo tomo todos los días. Nunca me enfermo".

En las aguas cubanas habitan casi una quinta parte de las 500 especies
de tiburones del mundo. Muchos tiburones y otros peces encontrados
frente a las costas de la Florida han viajado al norte desde Cuba
siguiendo sus presas.

Cuba —o al menos los pescadores cubanos— se considera una de las grandes
amenazas a esas especies, muchas de las cuales están en peligro de
extinción debido a la popularidad del animal, como alimento básico y
como fuente de remedios populares como el aceite de hígado que Abad prepara.

Eso ha hecho que proteger a los tiburones sea un tema común para Estados
Unidos y Cuba en momentos que ambos países se acercan cautelosamente el
uno al otro en busca de formas de poner fin a más de medio siglo de
enemistad.

´En una relación tortuosa que todavía busca su camino en medio de
medidas políticas duras y el estancamiento del crecimiento empresarial,
la protección de los tiburones y otras especies marinas es un punto en
que ambas partes se han unido. De los ocho acuerdos alcanzados entre
Washington y La Habana desde que se reanudaron las relaciones
diplomáticas en diciembre del 2014, tres son sobre el ambiente.

"El ambiente ha sido el primer fruto en estas discusiones bilaterales',
dijo Dan Whittle, director del programa sobre Cuba del Fondo de Defensa
Ambiental, grupo de Nueva York.

Cuba anunció en octubre un plan de acción desarrollado con la asistencia
del Fondo de Defensa Ambiental dirigido a identificar y documentar las
poblaciones de tiburones, de las cuales no se tiene mucha información.
El plan contempla, a largo plazo, la implementación de restricciones a
la pesca para proteger los criaderos de tiburones.

Un mes después de anunciarse el plan de acción Cuba y Estados Unidos
firmaron su primer acuerdo, que contempla la protección de especies
marinas y arrecifes de coral en los Cayos de la Florida y la reserva
marina de Guanahacabibes, donde viven más de 200 especies de peces, 40
de corales y mil especies de moluscos. El segundo acuerdo, firmado una
semana después, fue una declaración conjunta sobre cómo los dos países
trabajarían juntos para combatir el cambio climático y la protección
contra huracanes y derrames de petróleo.

Los tiburones, el mayor depredador en muchas cadenas alimenticias
marinas, han sido afectados por el exceso de pesca en todo el mundo. Su
número se reduce rápidamente debido a la alta demanda de las aletas. En
el Golfo de México, algunas poblaciones de tiburones han bajado en más
de 90 por ciento.

Cuba ya ha prohibido pescar tiburones para quitarles las aletas, pero
las restricciones contempladas en el nuevo plan de acción, que incluye
límites al número de tiburones que se pueden pescar, es probable que
afecten a los pescadores de Cojímar como Abad y Geori López Ybarra, para
quienes la pesca de tiburones es una forma de vida.

Sus botes salen generalmente del muelle de Cojímar a las 8 de la noche.
Pescan en la oscuridad con las carnadas atadas a luces flotantes. Cuando
las brillantes luces —por lo general de color azul o blanco para atraer
a los tiburones— desparecen en el agua, saben que han capturado algo.

"Es como Las Vegas", dijo López. "Algunas veces ganas y muchas veces
pierdes".

La ausencia de normas y administración ha hecho que los tiburones queden
en peligro. Biólogos cubanos y estadounidenses informan que todos los
años se capturan millones de tiburones, y muchos son soltados de nuevo
en el mar después que les cortan las aletas, todo sin mantener ningún
registro.

Tanto López como Abad se enorgullecen de no desperdiciar casi nada de
los tiburones. La carne se vende, fresca o salada, las aletas se
exportan a Asia y el hígado se convierte en aceite.

Ellos entienden que es necesario implementar restricciones para proteger
a los tiburones y otros peces de los que dependen para vivir, pero
también hay un sentido de incertidumbre entre la comunidad pesquera
sobre cómo las nuevas restricciones afectarán su sustento.

"Esto es lo que hacemos para vivir", dijo López. "No es que cortemos la
cola y la botemos. Nos comemos los tiburones. Sabemos que debemos
protegerlos, pero esto es lo que hacemos para vivir".

Como los exuberantes manglares e impolutos arrecifes de coral de Cuba,
el hábitat de los tiburones se mantiene saludable debido al clima y al
poco desarrollo de su costa.

El embargo estadounidenses, al que el gobierno cubano culpa de muchos de
sus retos económicos, ha aislado el ecosistema del país del tipo de
turismo y desarrollo que ha significado un reto para otros países.

Pero eso no ha evitado que los cubanos pesquen en exceso para
complementar su dieta.

Más adelante este mes, Dave Balton, embajador del Departamento de Estado
para asuntos de océanos y pesca, debe liderar un grupo de científicos
estadounidenses en un viaje a La Habana para reunirse con sus
contrapartes cubanos y discutir las mejores formas de implementar
esfuerzos para abordar el cambio climático y la protección contra
huracanes y derrames petroleros.

Se espera que en julio un grupo de funcionarios y científicos cubanos
visite el sur de la Florida para reunirse con científicos de la
Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera (NOAA) para
estudiar arrecifes coralinos en los Cayos de la Florida y el Santuario
Nacional Marino Flower Garden Banks, en el noroeste del Golfo de México.

"Queremos poder abrir más puertas y conocer más sobre nuestros colegas",
dijo Billy Causey, director regional de Santuarios Nacionales Marinos de
la NOAA, quien ayudó a negociar el primer acuerdo. "La Habana está 40
millas más cerca de mi oficina que el Aeropuerto Internacional de Miami.
Es asombroso que estemos tan cerca y conozcamos tan poco uno del otro".

Ambientalistas como Whittle están presionando al gobierno para que
mantenga el impulso, de manera que cualquier avance se preserve en el
nuevo gobierno después de las elecciones de este año.

La demanda de ambas partes es tan alta que Balton dice que parece muy
difícil detener el progreso.

"Esto es una de las cosas más fáciles", dijo Balton. "Si yo tuviera
alguna preocupación sobre todo esto es que algunos de los otros temas
más complicados, como los derechos humanos y algunos de los asuntos
económicos, no se solucionen completamente".

Pero el papel del ambiente en las nuevas relaciones tampoco está exento
de controversia.

Aunque la mayoría de los científicos en ambos países parecen apoyar la
mejora de las relaciones con Estados Unidos, algunos también temen el
impacto potencial del influjo de turistas estadounidenses a la isla. El
gobierno norteamericano acaba de aprobar 155 vuelos semanales a nueve
ciudades cubanas, y aunque las leyes todavía no permiten la actividad
turística como tal, se espera un aumento significativo en los viajes de
estadounidenses a la isla.

"El turismo puede tener un mayor impacto ambiental", dijo Cary Cruz,
directora de Programas de Desarrollo Sustentable de la Fundación Antonio
Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre en La Habana. "Por esta
razón, creemos en la necesidad de turismo responsable, diferente".

Se espera que los tiburones formen parte de las atracciones para los
nuevos visitantes que se esperan en los espectaculares puntos de buceo
en la isla.

Los turistas ya llegan en autobuses a Cojímar, donde Ernest Hemingway
situó "El viejo y el mar", la novela corta de 1952 sobre un pescador
cubano que captura un pez gigante y tiene que luchar por él con los
tiburones.

Para los turistas, los pescadores que salen a diario a pescar tiburones,
rayas y otros peces ofrecen otro vistazo de la vida del cubano a diario.

Para López, hay mucho simbolismo. Si no hay tiburones o peces para
pescar, no habrá pescadores viejos.

"Es muy importante que los científicos de Estados Unidos y Cuba
colaboren porque pescamos en el mismo océano, dijo López. "Si matamos a
todos los que podemos matar aquí, no quedará nada".

Email: fordonez@mcclatchydc.com; Twitter: @francoordonez

Source: EEUU y Cuba acuerdan plan para salvar a los tiburones | El Nuevo
Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article84988332.html

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