jueves, 23 de junio de 2016

Ni socialismo, ni próspero, ni sustentable

Ni socialismo, ni próspero, ni sustentable
Tía Tata continúa contando cuentos
Eugenio Yáñez, Miami | 23/06/2016 10:31 am

Ni el castrismo ni el neocastrismo resuelven problemas concretos, pero
sin dudas son especialistas en entretener a la población para que no
piense en cosas importantes.
El circo para entretenerse en estos días es una discusión "democrática"
con "amplios sectores de la sociedad" para analizar dos documentos del
anodino Séptimo Congreso del Partido Comunista de Cuba que se realizó
hace un par de meses y que, según criterios ampliamente extendidos entre
tirios y troyanos, resultó más de lo mismo, pero mucho más aburrido que
los anteriores.
Cientos de miles de cubanos deberán perder su tiempo ahora "discutiendo"
alrededor del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030,
así como sobre la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano
de Desarrollo Socialista, para que al final de esta "batalla" se
introduzcan dos o tres modificaciones insustanciales, se cambien unas
cuantas palabras que no alteran en nada lo fundamental del documento, y
se citen en la prensa oficial absurdas y vacías cifras sobre la cantidad
de participantes, propuestas, consideraciones, modificaciones y otras
boberías que no dicen nada, y se llegue a la conclusión de que Cuba es
el país más democrático del mundo, que la población participa realmente
en la toma de decisiones, y que ahora sí que van a construir el socialismo.
Al final el documento que surja reflejará exactamente lo que desea la
camarilla en el poder, sin importar en lo más mínimo la opinión de esos
"amplios sectores de la población" que participarán en el circo. Lo que
pondrá en éxtasis a turistas europeos y americanos que, después de
pasear en almendrones y tomarse un mojito en La Habana Vieja, regresarán
a sus países declarando que Cuba es el paraíso en la Tierra y que tan
pronto se levante "el bloqueo" las cosas serán "más mejores" todavía.
Como si los anteriores 57 años de manicomio y fracasos hubieran sido
solamente algo así como un ensayo, que no debe ser tenido en cuenta,
porque ahora es que comienza de verdad la puesta en escena ante el público.
Curioso país donde se discute sobre un plan de desarrollo económico y
social hasta el año 2030, mientras en el puerto de La Habana hay tres
buques cargados con miles de toneladas de alimentos —nada menos que de
alimentos, tan escasos y tan necesarios para la población— que se
mantenían sin ser descargados, mientras otros dos más se acercaban a la
bahía, y todo porque ni se disponía de brigadas de estibadores
suficientes para la descarga, ni de transporte apropiado para mover las
mercancías una vez descargadas.
Al extremo que la prensa oficial, que deja pasar días sin informar que
un joven boxeador sufrió un infarto sobre el ring y falleció durante un
torneo, tuvo que amplificar las voces de alarma ante esta enésima y
siempre penúltima crisis del sinsentido que llaman cadena
puerto-transporte-economía interna, que siempre está oxidada, quebrada,
desaparecida, o con sus eslabones fracturados por esto o aquello, por
cualquier razón menos por algo razonable.
Según la prensa oficial, para descargar un barco con 2.500 toneladas de
frijoles en sus bodegas harían falta 6 ó 7 brigadas de estibadores. Sin
embargo, por esas maravillas del socialismo próspero y sustentable que
se construye en oficinas con aire acondicionado en el Palacio de la
Revolución, a pesar de existir 26 brigadas para la estiba, solamente se
designa una por turno, capaz de descargar entre 70 y 80 toneladas
durante su jornada.
La aritmética elemental indica que se necesitarán muchos días para
terminar la descarga, lo que implica demoras en la llegada de los
alimentos a los puntos de venta y consumo, además del pago de estadía
por la tardanza de los buques en el puerto.
Para redondear la maravilla de la planificación y la "dirección
científica de la economía", en una jornada se disponía solamente de un
camión (¿ni siquiera una rastra?) para transportar 35 toneladas de
mercancías.
Lo más maravilloso de lo que sucede en el puerto de esa Habana, que
acaba de ser celebrada como "ciudad maravilla", es lo que publicó la
prensa oficial sobre las palabras del jefe de una de las brigadas de
estibadores, quien dijo que a pesar de la situación y de todas las
alarmas que se han disparado por esta crisis, no habían recibido
respuesta "ni de la administración, ni del sindicato ni del Partido".
Este absurdo no queda en abstracto. Ya se han comenzado a deteriorar
fertilizantes en las bodegas de los buques a causa de las demoras, y
mientras más tiempo pase peor será. De manera que, de lograr salvar
parte de esos fertilizantes, su aplicación en la agricultura ya será
siempre menor de lo requerido y de menos efectividad, por lo que las
cosechas serán menores y de menos calidad.
Sin embargo, no hay problemas: siempre queda aquello de culpar al
"bloqueo" por la falta de alimentos en las mesas de los cubanos. O a los
desastres naturales. O a la crisis internacional en abstracto, sin
especificar cómo ni por qué. O al calentamiento global. O a la madre de
los tomates. A cualquier cosa menos a los verdaderos culpables.
Esos verdaderos culpables que, mientras suceden estulticias como la del
puerto habanero, quieren que los cubanos se dediquen a discutir planes
económicos para el año 2030, cuando sus gobernantes no son capaces ni
siquiera de que se descarguen varios buques repletos de alimentos que se
están echando a perder.
Y a ese manicomio surrealista pretenden llamarle socialismo próspero y
sustentable.

Source: Ni socialismo, ni próspero, ni sustentable - Artículos - Opinión
- Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/ni-socialismo-ni-prospero-ni-sustentable-325851

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