jueves, 23 de febrero de 2017

Parir en Cuba… ¿a qué precio?

Parir en Cuba… ¿a qué precio?
"No quiero tener hijos aquí, para que no pasen por lo que he pasado yo"
Jueves, febrero 23, 2017 | Gladys Linares

LA HABANA, Cuba.- Las cubanas no quieren parir, incluso más allá de las
dificultades económicas que atraviesa el país en estos momentos. Este ha
sido un problema presente en nuestra sociedad desde hace casi 40 años.

En la década de los setentas comienza el descenso de la natalidad en
toda la isla, aunque este fenómeno ha sido más intenso en algunas
provincias como Villa Clara, Santiago de Cuba, Granma y Holguín.

En el año 1978 la fecundidad descendió notablemente, y hasta la fecha no
se han logrado los 2,1 hijos por mujer necesarios para el reemplazo
poblacional. Ya por ese entonces los cubanos se habían percatado de que
Cuba no iba a ser la Suiza de América prometida por Fidel Castro, y que
sus "vamos a ser…" y sus "vamos a tener…" no eran más que promesas
huecas destinadas a hacernos obedecer y acatar. A la vez, se acentuaba
la falta de libertades y de oportunidades para el pueblo; y la represión
y la vigilancia a través de las instituciones creadas con ese fin
dejaban su nociva huella en nuestra sociedad.

De acuerdo a nuestra tendencia al bajo crecimiento poblacional, se
pronostica que para el 2025 seremos la población más envejecida de la
región. Ya en estos momentos ocupamos el tercer lugar en América Latina
—después de Uruguay y Argentina— y para el 2050 tendríamos la novena
población más vieja del mundo.

"¿Qué pasa con las mujeres cubanas, que no quieren parir?", le pregunto
a una pareja joven, y es él quien me responde: "Yo tampoco quiero tener
hijos aquí, para que no pasen lo que yo he pasado. Ahora mismo estamos
alquilados, ¿qué les podríamos ofrecer? Vendí la casa que me dejó mi tío
para irme del país, pero no pudo ser".

Cuando los cubanos comentan sobre las mil y una dificultades que
enfrentan diariamente, siempre surge la frase "aquí no hay futuro".
Tanto mujeres como hombres esgrimen razones de índole social para no
tener familia. Los problemas son disímiles: desde la convivencia con
varias generaciones, muchas veces con ancianos o personas que necesitan
atención especial, hasta los bajos salarios o el alcoholismo. A ello
debemos añadir que cada día son menos las parejas que se casan, y la
unión consensual trae aparejada la falta de compromiso, pues cuando no
existe la obligación legal es más fácil romper el vínculo y al final
será en la mujer en quien recaerá la responsabilidad de la crianza de
los hijos.

Es por ello que tantas muchachas deciden no tener hijos sin estar
casadas. Otras, alegan que no tienen dónde vivir. "Para tener hijos,
primero necesito acabar la misión a ver si puedo comprarme una casa",
opina una doctora. En cambio Yanet, una joven vecina, tiene un niño de 2
años. Espera el segundo para mayo. Está casada con un arquitecto
mexicano que le compró una casona en La Víbora.

Recientemente, la Gaceta Extraordinaria número 7 dio a conocer nuevas
leyes para proteger la maternidad de la mujer trabajadora con la
finalidad de incrementar la natalidad. Al respecto, el periódico
Juventud Rebelde publicó el sábado 18 de febrero el resultado del
foro-debate realizado en su página digital. Algunas de las respuestas
que aparecieron difieren de los criterios de la población.

Una de las preguntas ("¿Cuál es la garantía que se les da a las madres
para comprar la canastilla, la cuna y el coche? ¿Existe un crédito
bancario para que estas compras se puedan pagar a plazos?") no recibió
respuesta de las especialistas (Yamina Peña Fournier, subdirectora
general del Instituto Nacional de Seguridad Social, y Haydée Franco
Leal, directora de Políticas y Proyecciones del mencionado instituto), a
pesar de que el gobierno conoce que los salarios no alcanzan para
proveer al futuro bebé de estos artículos imprescindibles.

Indago con una trabajadora de salud pública y me dice: "Creo que esa
medida de que la madre se incorpore al trabajo al concluir la licencia
prenatal (cuando el bebé tiene tres meses) se contradice con la
propaganda de Salud Pública de lactar hasta los 6 meses. ¡Tanta campaña
que yo he hecho con las madres! Además, se privarían de estar con sus
bebés en esa etapa fundamental. Aprovecharse de las necesidades
económicas de la gente es bastante cruel, ¿no te parece?"

Source: Parir en Cuba… ¿a qué precio? CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/facebook/parir-en-cuba-que-precio/

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