jueves, 18 de mayo de 2017

'No somos militares ni vinimos a Venezuela a ponernos un fusil al hombro'

'No somos militares ni vinimos a Venezuela a ponernos un fusil al hombro'
DDC | Miami | 18 de Mayo de 2017 - 20:58 CEST.

Decenas de miles de profesionales cubanos viven una situación que se
complica día tras día en la convulsa Venezuela, donde deben permanecer
"con honor hasta el último momento" por determinación del Gobierno de la
Isla, enfrentando miedos, escaseces y violencia.

"No somos militares ni vinimos a Venezuela a ponernos un fusil al
hombro", dice desde el estado de Anzoátegui un médico cubano
entrevistado por la publicación independiente 14ymedio.

El galeno —que pidió el anonimato por temor a represalias— declara que
están "trabajando bajo mucha presión porque la Misión Médica se
encapricha (…) en que no se cierren los servicios" y que mantengan la
posición aquí "pese a todo".

De acuerdo con datos que recoge el medio, en Venezuela hay unos 28.000
trabajadores de la salud y otros miles de instructores deportivos,
ingenieros, técnicos agropecuarios y hasta electricistas.

Según Nicolás Maduro, desde que el chavismo llegó al poder se ha
invertido en las llamadas "misiones" más de 250.000 millones de dólares.

El exministro de Economía de la Isla, José Luis Rodríguez, publicó el
pasado abril que La Habana obtenía 11.543 millones de dólares anuales de
los servicios profesionales prestados al extranjero, la mayoría de los
cuales, los exporta a Venezuela. Otras fuentes consideran, sin embargo,
que se trata de un número inflado, aunque las ganancias de La Habana son
sin duda muy elevadas.

"Tememos cada día lo que nos pueda ocurrir. A veces nos tiran piedras
para el CDI [Centro de Diagnóstico Integral, consultorios médicos] o nos
gritan todo tipo de ofensas. Cada día hay manifestaciones frente a la
unidad médica y nadie nos protege", explica el médico.

"Hasta ahora solo nos agreden de palabra. Nos gritan que nos vayamos de
aquí, que no quieren verse como nosotros y otras atrocidades", añade.

El médico dice, sin embargo, que "los colaboradores tampoco quieren
estar en esa situación", pero son obligados por el Gobierno cubano, que
ejerce presión a través de diversos mecanismos.

"Si nos vamos, perdemos la cuenta congelada que mantenemos en Cuba.
Además, si te vas de la misión eres mal visto en el sistema de salud y
no tienes posibilidad de ser promocionado", precisa.

El régimen "deposita 200 dólares mensuales en una cuenta congelada que
al término de los tres años que dura la misión en Venezuela suman 7.200
dólares. Si el profesional mantuvo 'una conducta adecuada y cumplió con
su deber' puede retirar ese dinero al regresar a la Isla. En caso de que
regrese antes del período establecido o le sea revocada su misión (entre
otras cosas por intentar escapar de ella) pierde todo ese dinero",
señala 14ymedio.

"En Cuba también son depositados 250 dólares mensuales que pueden ser
retirados cuando el cooperante visita la Isla una vez al año. Mientras
están en Venezuela, reciben 27.000 bolívares, menos de 10 dólares
mensuales", agrega.

En el caso de los técnicos de la salud, el régimen les paga
depositándoles 180 dólares en una cuenta corriente y otros 180 dólares
mensuales en una cuenta congelada hasta el fin de la misión.

Un radiólogo cubano que se encuentra en el estado de Zulia explica que
desde hace meses no tienen mercal, una bolsa de alimentos que entrega el
Gobierno de Venezuela.

"Vivimos en condiciones de hacinamiento con varios cooperantes y ni
siquiera tenemos agua potable", añade.

"Gracias a algunos pacientes podemos comer, pero ellos mismos lo están
pasando muy mal. Estamos repitiendo algo así como el Período Especial
que pasamos en Cuba", dice.

Aunque teme por su vida, por la situación en el país, dice estar
decidido a no regresar a la Isla. "Hay que aguantar hasta el final. No
es justo perderlo todo después de tanto sacrificio", argumenta.

"El internet está malísimo, muchas veces ni siquiera te puedes
comunicar. Nos han prohibido salir después de las seis de la tarde, como
si fuéramos mano de obra esclava y en la televisión transmiten noticias
que no tienen nada que ver con lo que estamos viviendo", explica.

Julio César Alfonso, presidente de Solidaridad Sin Fronteras, una
organización sin fines de lucro con sede en Miami que ayuda al personal
de la salud cubano a integrarse al sistema estadounidense, asegura que
el éxodo de profesionales se ha incrementado en las últimas semanas.

"Incluso sin el Programa Parole, que permitía a los médicos obtener
refugio en Estados Unidos, continúan escapando debido a la situación que
hay en Venezuela", declara el galeno al medio independiente.

Alfonso agrega que su organización está haciendo cabildeo para
restablecer el programa eliminado por el expresidente Barack Obama en
enero y que había permitido la entrada de más de 8.000 profesionales
cubanos a territorio estadounidense.

Eddy Gómez, otro médico intensivista que trabajó en el estado de Cojedes
en el occidente de Venezuela, decidió escapar porque sentía miedo por
las difíciles condiciones en las que era obligado a trabajar.

"Nadie nos protegía de la violencia. Teníamos que trabajar en lugares
sucios, sin climatización, expuestos a que incluso los pacientes nos
insultaran porque no teníamos con qué curarlos", recuerda el doctor que,
ahora vive en Bogotá y actúa como vocero de otras decenas de
profesionales que escaparon de las misiones médicas.

"Tras la finalización del Parole la gente ha seguido escapando y vienen
a Colombia. Hay más de 50 profesionales que se fueron de Venezuela tras
la decisión del presidente Obama de eliminarlo. Tenemos esperanza de que
Trump admita nuevamente a los médicos", dice Gómez a 14ymedio.

Source: 'No somos militares ni vinimos a Venezuela a ponernos un fusil
al hombro' | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1495133900_31222.html

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